Febrero 20, Jaipur

El Jaipur y la India en general, no tienen mucha vida nocturna. Después de la puesta del sol quieren llegar a casa con su familia, y creo que a nosotros nos está pasando lo mismo, nos está faltando "sueño", pero son tantas las cosas por ver y hacer que las noches son muy cortas... no importa, hay que aprovechar hasta el ultimo minuto... Que inmensidad! Arrancamos otro día.

Jaipur, La "ciudad rosada" fue pintada en 1876 para recibir al príncipe Alberto, realmente de un color ocre, que le da un toque "rosa". La ciudad vieja es una ciudad planeada, tiene siete puertas... Entramos y nos encontramos con el Palacio de los Vientos, una obra realmente hermosa, un espacio lleno de vendedores y encantadores de serpientes!

Amber Fort, aquí llegamos a una clase de "1000 formas de poner un turbante" pero creo que no vamos a superar ni siquiera el Nivel I. Me doy cuenta en este sitio que las cobras son otro animal "doméstico" muy común en esta ciudad... Demasiado común y doméstico.

No faltó quien le diera beso a la cobra... He enfrentado vacas, cabras, búfalos, murciélagos y muchos semovientes, pero una cobra... Ni a bate!      

Después de este encuentro seguimos para donde los paquidermos... Una "fila india" bastante larga y en la que sobresalíamos gracias a los turbantes de colores que llevábamos... Termina la fila y sin darme cuenta estoy sobre el paquidermo... "Champa" se llama nuestro elefante, muy bien maquillado y elegante. Nos sube al fuerte sin dejar de botar agua por la trompa y escupirnos... La explicación que nos da el orgulloso jinete no es muy creíble, insiste que es agua, que tiene una piscina en el estómago... No nací ayer, ni nací en la India! 

El fuerte es una obra inmensa, puesta sobre una de las pocas montañas que hemos visto...  tiene varias construcciones hechas entre el siglo  siglo XII y el XVIII... Dos palacios, una muralla, la Puerta de Ganesh, la Sala de audiencias, la Puerta del sol (entrada) y de la luna (salida), el Lago con un Jardín de Azafrán, la habitación del Maharaja y las de sus doce reinas esposas, El Palacio de espejos -se puede iluminar con una vela-,  el Palacio de verano con sistema de aire acondicionado, el Harem (ranimash)....

No solo los textiles son importantes en India, el papel es otra "gran industria artesanal" llena de color y con un proceso igual de interesante al de los textiles.

Retazos de algodón se procesan y disuelven en agua para conseguir la pulpa. Después se mezcla con el tinte, se cuela con una especie de chablón, le ponen encima una tela para separar los pliegos que son escurridos en prensa manual o de rodillos. 

Sigue el secado... Un "paisaje" dentro de una terraza cubierta...

Después una prensa para lograr que la textura sea mas plana, estampar y llegar al producto final. Un trabajo lleno de color... 

Por el camino....

Vimos el trabajo de quienes tallan los bloques de madera para imprimir sobre las telas. Que paciencia, que calma, que tranquilidad la que respiran.

Paramos a ver el lavado de las telas, muy difícil escoger pero creo que es una de las escenas más bonitas que he visto en este viaje. 

En Jaipur, aunque creo que pitan menos, en las calles no hay que pelear solo con carros, motos y bicicletas... También con los elefantes y con los matrimonios que desfilan por las calles, el novio -no muy contento- es el protagonista montado a caballo, muy elegante... La novia no se vió y la caravana la remata un jeep halando una inmensa planta eléctrica que permite iluminar el cortejo.