No he ido ni vuelvo: Febrero 22, Agra y Delhi

Una noche no muy larga de descanso pero disfrutando de las comodidades y costumbres occidentales. Aunque los hoteles han sido espectaculares... agrestes y de tradición familiar, "volver a la casa" siempre es bueno. Después de esta refrescadita quedamos listos para disfrutar una de las maravillas del mundo: el Taj Mahal.

Salimos a las 6:30 de la mañana en un nuevo medio de transporte: carretas haladas por caballos. Una sencilla forma de llegar a la grandeza... Una gran cantidad de color para llegar a la inmensidad del blanco.

Una bonita costumbre en estas carretas, es amarrar los zapatos de los hijos para protegerlos...

El príncipe Shah Jahan se enamora de Mumtaz Mahal a los 19 años, en el mercado donde los nobles ponían tiendas para el placer de los hombres compradores de la familia real... Se casan, el de 20 y ella de 19 años, tuvieron 14 hijos de los cuales sobrevivieron cuatro hombres y tres mujeres. Mumtaz Mahal antes de morir en el último parto, le hace prometer al emperador no tener hijos con otras mujeres y hacerle una hermosa tumba. Cuando la emperatriz cerró los ojos una ultima lagrima rodó por su mejilla, el emperador la secó y construyo un mausoleo que parecía "Una lagrima eterna, descendiendo del paraíso, en la mejilla del tiempo". Después de seis meses llevó su cuerpo a Agra, compró la tierra al Maharaja de Jaipur, los planos fueron diseñados por los mejores arquitectos del mundo. Diez y seis años duró la construcción del edificio principal, 20.000 trabajadores, 15.000 elefantes transportaban los bloques de mármol. Arquitectónicamente es una síntesis de la tradiciones hindúes e islámicas. El único objeto asimétrico es la tumba de Shah Jahan, dicen que el quería construir otro Taj Mahal pero de mármol negro en la orilla opuesta al río. Se importaron piedras preciosas de todo el mundo para las incrustaciones en el marmol.

Hay tres puertas para entrar, detrás del Taj Mahal esta el rio. La puerta de entrada es de 20 metros de altura con las telarañas (jali) y calígrafia del Corán, tiene 22 cúpulas que representan los años de construcción. Cuatro minaretes inclinados hacia afuera para no correr el riesgo que caigan y dañen el edificio. Taj Mahal significa "Corona del Palacio"

Esta clase de historia estuvo larga pero ineresante, ahora las imágenes... Increíbles pero jamás podrán mostrar la energía que se absorbe y la incredulidad de estar ahí.

Es impresionante como va cambiando la luz, cada instante es diferente...

Y el azul del cielo es increíble, que contraste de colores... Siguen los contrastes de todo tipo.

La sensación al ver semejante obra, no cabe en el alma. Desde la puerta de entrada "hala" y pretende que uno no se quede afuera, que se acerque, que lo toquen... La imponencia y majestuosidad del exterior, lamentablemente no llegan al interior. Personalmente el impacto del exterior fue tan grande que el interior se queda corto. Y como no se pueden tomar fotos... Ahí les queda la duda!

El Taj Mahal no fue el único monumento que construyó Shah Jahan, está también el Fuerte rojo de Agra. Hablando de rojo, en la entrada encontramos a un personaje que debe sufrir de calores en la cabeza, pues ya nos han dicho que la henna no es solo para tapar las canas sino para "refrescarse" en verano... A este se le fue un poquito la mano pero se le perdona por estar en la entrada del Fuerte Rojo... La foto no tiene ningún filtro! Él alumbra!

El Fuerte Rojo, construido en piedra arenisca roja, tiene 2.5 kilómetros de muralla. Gran parte está abandonado, la zona de residencia de la familia real es la que visitamos. Hay un Palacio diseñado para el hijo de Shah Jahan, que tuvo después de la peregrinación; la sala de los colores, estilo hindo arábico, con un trabajo tallado sobre la arenisca roja con motivos vegetales y pájaros. El príncipe era muy mujeriego y drogadicto pero un excelente ilustrador de miniaturas, tenía una sala con sus libros y pinturas con colores naturales y oro. Hay varios patios al aire libre; el apartamento donde vivieron; otros apartamentos en marmol blanco para él y para dos de sus hijas que nunca se casaron; una terraza para ver el Taj Mahal, un gran harem, la sala de audiencia... Un espacio lleno de pasadizos, cuartos para concubina y con seguridad... Lleno de secretos que se quedaran entre sus paredes.